A quien corresponda: Se recomienda no hacer caso de todo lo que aqui esta escrito, pues estas letras son rebeldes, aqui las termino de escribir y ya hacen lo que ellas quieren...
viernes, 8 de marzo de 2013
La Minería de Oro
Mi vida de minero no es la que yo escogí,
Tampoco se si me eligió, pero aquí vivo.
Algo enterrado entre estelas con polvo,
Nací entre las rocas, que desde temprano acariciaban mis rodillas,
apuñalando mis huesitos.
Sin importar que soy tierno,
Aprendiendo a caminar a oscuras, apreciando cada destello
En el interior de mi vida.
Soy minero, porque así me reconozco
Cavando entre pieles y torturas,
Recolectando rarezas, para los que no les basta la luz del día,
que extraño muy poco.
Es el ocaso parte de mi hermandad, de la que no comparto.
¿Y el oro?
Piedras, piedras, milenarias piedras, que me preguntan a diario
Que doy lastima, y se divierten de mi necesidad indirecta
¿Y la plata?
Es que no entiendo de vanidades, llego muy temprano y salgo tarde,
No es el tiempo lo que reprocho, reprocho lo que no me ha dejado,
Pero reprocho muy poco y en silencio. No reprocho.
Por las madrugadas ángeles perdidos visitan pasadizos
No los he visto, los he contado solo.
¿Y el diamante?
Rocas, rocas, duras rocas, dulces rocas, cuando las sabes
Apreciar, te gustaría morir enterrado entre ellas,
Cuando no, te gustaría vivir sentado sobre ellas.
¿Y la jornada?
Es la paga por robar lo que no me pertenece,
Por provocar los abortos de un sismo,
Y desacomodar los intereses de madre tierra.
Lo único que me mantiene, es el preciso momento
De descubrir un misterio y vivir con el por mucho, mucho tiempo.
Y cuando cavo, doy, quito; cavar, activar, mirar y regalar.
Lo que a nadie pertenece.
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